¿Cómo es el peor Vehículo del Mundo?

Numerosas encuestas y estudios de satisfacción buscan, incesantemente, el mejor vehículo. Ya sea del año, por segmentos, carrocerías… Pero ¿y si tuviéramos que elegir el peor automóvil de todos los tiempos?

Cada conductor tiene su propia historia de amor-odio con una marca o modelo. La experiencia con un determinado vehículo nos puede hacer permanecer fieles a una marca durante toda la vida. O todo lo contrario. Pero son muchos los que tienen claro que vehículo ostenta el dudoso honor de ser el peor de la historia: el Yugo, un utilitario fabricado en Yugoslavia –el nombre no deja mucho a la imaginación- vendido en Europa y Estados Unidos desde 1985.

El libro de Jason Vuic, «El Yugo: auge y caída del peor vehículo de la historia hace un repaso de la historia de este pequeño automóvil, un pionero en el segmento «low-cost» que gracias a su precio –podía llegar a comprarse por menos de 4.000 dólares en Estados Unidos a mediados de los ochenta- pudo comercializarse en distintos mercados de todo el mundo.

Los chistes sobre el popular modelo no faltaron: “Algunos bromeaban diciendo que para doblar el valor de un Yugo bastaba con llenar su depósito de combustible. Otros aseguraban que el automóvil tenía calefacción en la ventana trasera... para calentarte las manos cuando tuvieses que empujarlo. Y los más socarrones apuntaban que en la misma fábrica colocaban algo en la guantera del utilitario: un horario de autobuses que era de gran ayuda cuando te dejaba en la estacada”, recoge ABC.

Pero parece que el Yugo no era tan malo. De hecho, más de tres décadas después de su lanzamiento aún se pueden ver modelos en funcionamiento en los Balcanes. Y es que parece que la estrategia de comunicación y comercialización de este peculiar modelo quizás fue poco acertada, y el origen de la mofa colectiva de un automóvil injustamente tratado. Acabaría convirtiéndose en el peor coche de la historia, quizás injustamente, para muchos.

La puntilla al Yugo llegaría, no obstante, tiempo después, en abril de 1999, cuando Estados Unidos y la OTAN bombardearon la planta donde se producía este humilde modelo en Kragujevac, a 88 kilómetros de Belgrado. De poco sirvió que los trabajadores intentasen protegerla rodeándola con una especie de cadena humana. Su final puede verse en este curioso vídeo de YouTube que recoge las consecuencias de un bombardeo calificado de accidente.

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